Los tratamientos con láser o lifting han revolucionado el mundo de la cosmetología. Para ello, se suele emplear un haz de luz a bajas frecuencias que es capaz de eliminar y corregir imperfecciones cutáneas de manera rápida y sencilla.
En este sentido, el láser fraccionado no ablativo es una de las mejores alternativas para corregir problemas de acné, reducir líneas de expresión y mucho más. Si te interesa conocer un poco más acerca del tema, te invitamos a seguir leyendo hasta el final…
El láser fraccionado no ablativo es un método clínicamente comprobado que permite llevar a cabo la remoción de células en la epidermis de forma controlada y segura, sin dañar en ningún momento la piel.
De igual forma, este tipo de tratamiento resulta ser bastante eficaz en personas que desean tener una piel más joven y tersa, pues estimula de forma activa la regeneración de colágeno en la piel.
Entre sus principales beneficios se encuentran los siguientes:
Es un método no invasivo que brinda excelentes resultados y permite que el paciente pueda recuperarse rápidamente tras el tratamiento, teniendo presente solo algunas pautas, como cuidarse de la exposición a la luz solar y aplicar cremas hidratantes.
En la actualidad, el láser fraccionado no ablativo permite controlar y suprimir ciertas imperfecciones de la piel, actuando de forma eficaz en la remoción de cicatrices, trastornos de la piel como la hiperpigmentación o eliminando líneas de expresión.
Resulta ser un tratamiento cosmético muy recomendable cuando se desea eliminar el vello de la piel, marcas ocasionadas por tatuajes, al retirar el exceso de piel dañada por exposición al sol, e incluso puede utilizarse como un método para atenuar el acné y las estrías.
El láser fraccionado no ablativo puede ser empleado como una herramienta que permite tratar zonas bastantes extensas de la piel. En estos casos, se suelen usar cremas con un efecto anestésico local.
Además, puede combinarse con otros tipos de tratamientos para maximizar la eficiencia de los resultados. En los casos donde es necesario repetir varias sesiones, estas pueden realizarse a los pocos días, respetando los plazos recomendado por el dermatólogo.
La mayoría de los expertos coinciden en que las sesiones con láser fraccionado no ablativo, son la mejor opción para combatir una amplia gama de problemas dermatológicos.
Los dermatólogos, así como especialistas en el cuidado de la piel, opinan que los tratamientos con el láser fraccionado no ablativo funcionan en la mayoría de las afecciones de forma más segura, en comparación al láser fraccionado ablativo.
Esto se debe a la forma en que ambos tipos de tratamiento actúan. Mientras el láser fraccionado ablativo elimina capas de piel, el láser fraccionado no ablativo mantiene las capas de piel intactas, estimulando la regeneración a través de coagulación en la dermis.
Los resultados en este tipo de tratamiento pueden evidenciarse prácticamente de inmediato, esto se debe al efecto térmico que el láser fraccionado no ablativo tiene sobre la piel.
La cantidad de sesiones dependerá de la condición de cada paciente, no obstante, la mayoría de tratamientos se completan al cabo de 4 sesiones, aunque esto puede variar en función del tamaño de la zona a tratar y del tipo de lesión que se desea corregir.
Para poder apreciar el resultado global del tratamiento, la piel necesita regenerarse por completo, produciendo colágeno a nivel de los tejidos, lo que puede demorar de 3 a 6 meses.
Por otro lado, este tipo de tratamiento no presenta efectos secundarios considerables, más allá del enrojecimiento en la piel.
El láser fraccionado no ablativo es ideal para la mayoría de los pacientes, sin embargo, las mujeres embarazadas o en periodo de lactancia deben explorar otros tipos de tratamientos.
